cross
Expiación sustitutoria

Si has llegado hasta aquí, entonces debes creer que hay un Dios que puede ser conocido, que nos ha dado su revelación divina en los 66 libros de la Biblia, en donde encontramos que no cumplimos con las expectativas de Dios, lo que resulta en la condenación eterna. .

La conclusión es que hay consecuencias por el crimen, un castigo por el pecado, y todos somos culpables. La ley y sus repercusiones pesan mucho en aquellos que creen que ambos vienen de Dios.

Dios quiere perdonar al hombre, pero él también es justo y recto. Debe ser justo y honesto. Debe mantener la ley o no tiene validez. Esto es más evidente en el primer pecado. Cuando Adán y Eva pecaron, Dios se enfrentó a ese dilema divino: condenar o perdonar, ser justo o ser amoroso.

Cuando Adán y Eva comieron el fruto las consecuencias físicas comenzaron a tomar forma inmediatamente. Sus ojos se abrieron y sintieron vergüenza y miedo por vez primera. Intentaron remediar esos efectos haciendo ropa hecha de hojas. Luego, Dios bajó al Jardín del Edén para comunicarse con ellos, pero los hallo escondidos. Dios les dijo que su pecado produciría algo más que la vergüenza que estaban experimentando. Hizo mas tarde algo realmente asombroso. Reemplazó ese esfuerzo de ellos por buscar calmarse con ropa que hizo con la piel de un animal. El libro de Apocalipsis parece indicar que ese animal era un cordero, y no cualquier cordero, sino el Cordero de Dios, Jesucristo.

«Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.» – Apocalipsis 13:8

Dios miró el pecado del hombre y decidió intervenir. Ofreció un intercambio, un sustituto. No cualquier sustituto; pero divino, santo, sin pecado, perfecto y completamente inocente. La deuda tenía que ser pagada, pero no podía ser pagada por otra persona que ya estuviera en deuda con Dios.

Sustituto

Cuando se le aplica una multa, a la corte realmente no le importa de dónde consigue el dinero. No necesita tener relacion con las horas que ha trabajado, ni siquiera tiene que ser del sudor de su propia frente. Aun tu propia abuela puede pagar tu multa. Se acepta el sustituto. Al tribunal realmente no le importa de dónde obtuvieron los fondos los culpables, solo les importa que se pague la multa; Se satisfizo la ley.

La Cruz

Esto se muestra maravillosamente cuando llegó el momento de la crucifixión de Cristo. Había un hombre sentado en la cárcel. Se había preparado mentalmente. Ya se había decidido su destino, era la muerte por crucifixión. Sabía las posibilidades antes de cometer el crimen. Sabía que era culpable, y sabía que ese día moriría.

Sin embargo, al mismo tiempo en un jardín cercano, otro hombre se estaba preparando mentalmente. Se estaba preparando para tomar la cruz del hombre culpable. El inocente tomó el castigo del culpable y el culpable quedó en libertad. Había un substituto.

«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.» – Isaías 53: 5

La ley nos puso de rodillas desesperados, sabiendo que no podíamos salvarnos. Necesitamos un Salvador. Y el único Salvador calificado es Cristo.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” – 2 Corintios 5:21

«Él mismo cargó nuestros pecados
sobre su cuerpo en la cruz,
para que nosotros podamos estar muertos al pecado
y vivir para lo que es recto.
Por sus heridas,
ustedes son sanados.
” – 1 Pedro 2:24

Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.” – 1 Pedro 3:18

«Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.» – 1 Juan 3:8

¿Crees que Jesucristo murió en tu lugar y tomó tus pecados sobre Él?
Expiación sustitutoria

Si has llegado hasta aquí, entonces debes creer que hay un Dios que puede ser conocido, que nos ha dado su revelación divina en los 66 libros de la Biblia, en donde encontramos que no cumplimos con las expectativas de Dios, lo que resulta en la condenación eterna. .

La conclusión es que hay consecuencias por el crimen, un castigo por el pecado, y todos somos culpables. La ley y sus repercusiones pesan mucho en aquellos que creen que ambos vienen de Dios.

Dios quiere perdonar al hombre, pero él también es justo y recto. Debe ser justo y honesto. Debe mantener la ley o no tiene validez. Esto es más evidente en el primer pecado. Cuando Adán y Eva pecaron, Dios se enfrentó a ese dilema divino: condenar o perdonar, ser justo o ser amoroso.

Cuando Adán y Eva comieron el fruto las consecuencias físicas comenzaron a tomar forma inmediatamente. Sus ojos se abrieron y sintieron vergüenza y miedo por vez primera. Intentaron remediar esos efectos haciendo ropa hecha de hojas. Luego, Dios bajó al Jardín del Edén para comunicarse con ellos, pero los hallo escondidos. Dios les dijo que su pecado produciría algo más que la vergüenza que estaban experimentando. Hizo mas tarde algo realmente asombroso. Reemplazó ese esfuerzo de ellos por buscar calmarse con ropa que hizo con la piel de un animal. El libro de Apocalipsis parece indicar que ese animal era un cordero, y no cualquier cordero, sino el Cordero de Dios, Jesucristo.

«Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.» – Apocalipsis 13:8

Dios miró el pecado del hombre y decidió intervenir. Ofreció un intercambio, un sustituto. No cualquier sustituto; pero divino, santo, sin pecado, perfecto y completamente inocente. La deuda tenía que ser pagada, pero no podía ser pagada por otra persona que ya estuviera en deuda con Dios.

Sustituto

Cuando se le aplica una multa, a la corte realmente no le importa de dónde consigue el dinero. No necesita tener relacion con las horas que ha trabajado, ni siquiera tiene que ser del sudor de su propia frente. Aun tu propia abuela puede pagar tu multa. Se acepta el sustituto. Al tribunal realmente no le importa de dónde obtuvieron los fondos los culpables, solo les importa que se pague la multa; Se satisfizo la ley.

La Cruz

Esto se muestra maravillosamente cuando llegó el momento de la crucifixión de Cristo. Había un hombre sentado en la cárcel. Se había preparado mentalmente. Ya se había decidido su destino, era la muerte por crucifixión. Sabía las posibilidades antes de cometer el crimen. Sabía que era culpable, y sabía que ese día moriría.

Sin embargo, al mismo tiempo en un jardín cercano, otro hombre se estaba preparando mentalmente. Se estaba preparando para tomar la cruz del hombre culpable. El inocente tomó el castigo del culpable y el culpable quedó en libertad. Había un substituto.

«Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.» – Isaías 53: 5

La ley nos puso de rodillas desesperados, sabiendo que no podíamos salvarnos. Necesitamos un Salvador. Y el único Salvador calificado es Cristo.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” – 2 Corintios 5:21

«Él mismo cargó nuestros pecados
sobre su cuerpo en la cruz,
para que nosotros podamos estar muertos al pecado
y vivir para lo que es recto.
Por sus heridas,
ustedes son sanados.
” – 1 Pedro 2:24

Cristo sufrió por nuestros pecados una sola vez y para siempre. Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios. Sufrió la muerte física, pero volvió a la vida en el Espíritu.” – 1 Pedro 3:18

«Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.» – 1 Juan 3:8

¿Crees que Jesucristo murió en tu lugar y tomó tus pecados sobre Él?